El Dermaplaning es un método de exfoliación física que consiste en utilizar un bisturí para raspar suavemente la capa superior de la piel constituidas por células muertas con el fin de revelar una tez más brillante y suave.
La principal función del dermplaning es eliminar las células muertas, lo que consigue mejorar la suavidad, uniformidad y luminosidad de la piel. Asimismo, al quitar el vello facial, hace que la piel tenga un tacto más suave.
Al tener una capa de piel nueva, los productos del cuidado de la piel penetran mejor en ésta, de este modo que serán más efectivos y tendrán una mejor absorción. Hablamos de productos hidratantes, aceites esenciales, serum o ácido hialurónico, los cuales estimularán aún más la belleza de la piel tras esta exfoliación.
Este método permite reducir los brotes de acné. Al afeitar la piel, se destapan los poros obstruidos y se remueven las espinillas causadas por bacterias. Sin embargo, si una persona sufre de acné quístico no se recomienda.
La superficie de la piel queda con una textura más homogénea, lo que hace que sea un mejor lienzo para aplicar el maquillaje. Por si fuera poco, coadyuva a la eliminación de manchas solares y escamas cutáneas.
Está indicado para todo público que no presente ninguna contraindicación como pacientes con tumoraciones cutáneas, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y personas que están tomando aspirina o anticoagulantes.
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